¿Qué es la fatiga pandémica?
La fatiga pandémica es un término acuñado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para describir el agotamiento físico, emocional y mental que muchas personas han experimentado como consecuencia de la prolongada situación de crisis sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19. Se trata de una respuesta natural de nuestro organismo ante un periodo prolongado de estrés, incertidumbre y cambios constantes en la rutina diaria.
En nuestra consulta de psicólogos en Fuengirola hemos observado que la fatiga pandémica no es un simple cansancio. Es una mezcla de sentimientos que incluyen tristeza, apatía, irritabilidad, ansiedad y una disminución del interés por actividades que antes resultaban placenteras. El hecho de no saber cuándo terminará la situación, unido al temor por la salud propia y la de nuestros seres queridos, genera un estado de alerta constante que desgasta nuestras reservas emocionales.
Causas de la fatiga pandémica
- Incertidumbre prolongada: La pandemia nos ha obligado a vivir sin certezas: no sabemos cuándo terminará, cómo evolucionará la situación o cuándo recuperaremos la normalidad. Esta sensación de no tener el control provoca ansiedad y estrés crónico.
- Miedo a la enfermedad: El temor a contagiarse o a que se contagien familiares y amigos ha sido una preocupación constante. Incluso personas que no han enfermado han vivido con miedo a las consecuencias de la COVID-19.
- Aislamiento social: Las restricciones de movilidad y las medidas de distanciamiento han reducido el contacto con seres queridos. La falta de interacción social afecta de forma directa a nuestro bienestar emocional.
- Sobrecarga de información: La sobreexposición a noticias negativas, muchas veces contradictorias, aumenta la sensación de inseguridad y contribuye a la fatiga emocional.
- Cambios en la rutina: Teletrabajo, clases online, cierre de espacios de ocio… Todos estos cambios han roto nuestros hábitos y han obligado a adaptarnos constantemente, lo que agota mentalmente.
Síntomas de la fatiga pandémica
Los signos pueden variar de una persona a otra, pero los más comunes incluyen:
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Cansancio físico y mental constante.
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Apatía y desmotivación para realizar actividades.
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Irritabilidad o cambios de humor frecuentes.
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Dificultad para concentrarse.
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Insomnio o alteraciones del sueño.
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Aumento de pensamientos negativos.
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Ansiedad o tristeza persistente.
Cómo gestionar la fatiga pandémica
Superar o reducir la fatiga pandémica requiere adoptar hábitos saludables y estrategias de autocuidado. Desde nuestra experiencia como psicólogos en Fuengirola, recomendamos:
- Cuidar el descanso: Dormir entre 6 y 8 horas diarias es fundamental para que el cuerpo y la mente se recuperen. Mantener horarios regulares para acostarse y levantarse ayuda a mejorar la calidad del sueño.
- Mantener hábitos de alimentación saludables: Una dieta equilibrada contribuye a mejorar el estado de ánimo y la energía. Evita el exceso de azúcares y alimentos ultraprocesados, e incluye frutas, verduras, proteínas y grasas saludables.
- Practicar actividad física: El ejercicio diario, aunque sea suave como caminar o estiramientos, libera endorfinas que ayudan a reducir el estrés y mejorar el humor.
- Reducir el consumo de noticias negativas: Limita el tiempo que pasas viendo o leyendo información sobre la pandemia. Escoge fuentes fiables y dedica solo un momento del día a informarte.
- Expresar emociones: Hablar con familiares, amigos o profesionales sobre lo que sentimos es una forma de liberar tensión y encontrar apoyo emocional.
- Mantener el contacto social: Aunque no siempre sea posible en persona, las videollamadas, mensajes y llamadas telefónicas ayudan a mantener el vínculo con los demás.
- Practicar técnicas de relajación: La respiración profunda, la meditación o el mindfulness ayudan a calmar la mente y reducir la ansiedad.
Cómo prevenir la fatiga pandémica
Además de gestionar los síntomas, es importante prevenir que aparezcan o se intensifiquen:
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Establecer rutinas diarias que incluyan trabajo, descanso y ocio.
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Aceptar las emociones sin juzgarlas. Sentir tristeza, frustración o cansancio es normal en una situación como esta.
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Buscar momentos de disfrute cada día, aunque sean pequeños: leer, escuchar música, cocinar, pasear…
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Fijarse objetivos realistas para evitar frustraciones.
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Acudir a un profesional si la situación emocional se vuelve difícil de manejar.
El papel del apoyo psicológico
En algunos casos, la fatiga pandémica puede derivar en trastornos de ansiedad o depresión. Contar con el acompañamiento de un psicólogo permite aprender herramientas para manejar el estrés, modificar pensamientos negativos y recuperar la motivación.
En nuestra consulta de psicólogos en Fuengirola, trabajamos con terapias basadas en la evidencia científica, adaptadas a cada persona, para ayudar a superar estos momentos de dificultad.
Mario Olea, psicólogo especializado en terapias de tercera generación por la Universidad de Almería y sexólogo por la Universidad de Sevilla. Experto homologado en la aplicación de realidad virtual en psicología clínica para utilizada para tratamiento de fobias.
